16 moteros atraviesan Bilbao escoltando a una novia hasta el altar
Dieciséis moteros atravesaron ayer el corazón de Bilbao. Ocho Harley-Davidson, Hondas y Yamahas lideradas por el rey del asfalto, una Road King blanca, escoltaron bajo la lluvia a un descapotable con capota. Ni a la novia, montada en el coche, ni a los moteros, les aguó la fiesta el tiempo. Entre bocinazos y vestidos con el uniforme de gala -vaqueros, camisa blanca, lazo de terciopelo negro al cuello y chaleco de cuero con los galones que acreditan que uno es el del club- los moteros de Makinas Bizkaia marcaron el ritmo de la circulación entre las cuatro y media y las cinco de la tarde. Desde San Ignacio, pasando por el puente Euskalduna, la plaza Sagrado Corazón, Gran Vía, Moyua y puente de Deusto, hasta la iglesia María Auxiliadora, donde esperaba el novio, Iker Osorio.
A María José Robles todo el mundo la conoce como Koke. Tiene 32 años, es bióloga y ayer era el día de su boda. Aunque le gusten las probetas y los laboratorios, lo de ir sobre ruedas lo lleva en las venas y le viene de familia. Por eso, cuando le propuso a su hermano Javi que la escoltasen hasta la iglesia, él no lo dudó ni un minuto. Y en la asociación se apuntó todo el que podía ir. El viernes por la tarde el grupo ya calentaba motores y dejaba claras las bases. Aunque lloviese, cabalgarían sobre dos ruedas; y los conductores irían sin chubasquero. Luciendo el uniforme.
La dinastía de los Robles
Cuando Koke habla de su familia no extraña que los Robles hayan formado una dinastía de moteros que ahora se perpetúa en ella y sus seis hermanos. El abuelo era ferroviario, pero cambiaba los raíles por el rugido de una Ossa cuando el Athletic ganaba alguna Copa, quemando el asfalto bilbaíno con sus amigos moteros. El padre de la novia heredó aquella pasión y recorría la Costa Brava con su mujer en una Lambretta con sidecar.
Sin embargo, la primera moto que Koke recuerda en casa no era ésta, sino la Vespa de su hermano Raúl. Ella tenía entonces cinco años y le encantaba ir de paquete. En cuanto cumplió los 18, se sacó el carné para poder conducir ella misma e iba con la Vespa -esta vez, la de su hermana Noemí- a sus clases en Leioa. Ahora tiene una Piaggio X8, pero quiere prosperar y comprarse una Harley. Sus 160 centímetros de estatura y los 56 kilos que pesa no le impiden dominar el enorme caballo de hierro de su hermano Javier, que pesa unos cuatrocientos kilos. A su padre tampoco: «Tiene 74 años y todavía a veces coge la de Raúl para dar un paseo».
Via:http://www.elcorreo.com
Coño Excali, fíjate lo que encuentra uno enredando en tu blog....
ResponderEliminarTioju y yo estuvimos escoltando a la novia...
v´ssss y ráfagas....
1/2 makina (poldi)
Es que lo bueno abunda..Je,je,je..Por cierto que tengo pendiente de publicar las fotos del calendario 2011 de Tioju,lo que pasa que estoy con el PCU en reparacion y solo me conecto unos minutos desde el locutorio...
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