Monta el mítico motor Flat-Heat de válvulas en cabeza que tanta fama dio a Ford por su fiabilidad y posibilidades de preparación. Este motor era el preferido por los fanáticos del Hot Rod llegados tras la Segunda Guerra Mundial y que deseaban desmarcarse de lo establecido preparando sus coches como auténticos coches de carrera para la calle.
Estos Ford V8 de post-guerra eran muy valorados por los ejecutivos que precisaban de hacer largos viajes en sus desplazamientos de negocios. Tenían un aspecto semi-deportivo, eran potentes y sobre todo muy muy fiables. Se trata de un coche de líneas limpias muy atractivo y evocador.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por participar