La V7 Racer sorprende por la elegancia con que están ejecutados los
detalles: la preciosa correa de piel, que evoca las motos de antaño o
las bandas metálicas del logotipo Moto Guzzi, a juego con el chasis.
Este último, de color rojo inspirado en el de las primeras míticas V7
Sport con chasis de CrMo, es fruto de un tratamiento especial de
recubrimiento que se extiende también a los bujes, rueda y basculante,
lo que resalta la pureza arquitectónica del chasis.
En estos tubos se apoya el superdeportivo asiento monoplaza (pero se
pueden pedir como accesorios el asiento de dos plazas y las estriberas
de pasajero). El asiento monoplaza está revestido de piel de gamuza y va
unido por una cola aerodinámica en la que se han integrado las tablas
portanúmero a los lados, en puro estilo años setenta.
Algo típico de la Guzzi es la cúpula, cuya forma evoca, con el pequeño
plexiglás superior la tabla portanúmero, el legendario delantero de la
Gambalunga, superdeportivo y a juego estilísticamente con el nuevo
diseño del guardabarros delantero. Entre los elementos que más destacan
en esta preciosa edición especial está el gran uso del aluminio
cepillado y perforado, una elaboración artesana de gran factura con la
que se han realizado las placas laterales, las protecciones de los
cuerpos de mariposa y las sujeciones de apoyo de los silenciadores.
Entre las piezas más apreciadas también encontramos las estriberas
retrasadas, regulables, macizas, el perno de dirección aligerado y la
protección de la placa de dirección realizada mediante un doble anillo
cromado tan logrado que parece una joya de adorno y un par
amortiguadores Bitubo WMY01 de calidad dotados de regulación en la
precarga del muelle, en extensión y compresión, gracias a un pomo de
resorte que se modifica en 12 clics. Una moto que se conduce de negro
riguroso, con casco semi jet y guantes de piel con la palma de
tachuelas.
Mas información en :
http://es.motoguzzi.it/
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