Robo de motos:el mercado negro arrasa en internet
En España se sustrae una motocicleta cada seis minutos. Las
bandas las componen jóvenes españoles, que las venden online por piezas
o enteras
Cada seis minutos se roba una moto en España. Y la Comunidad de
Madrid no es, ni de lejos, una excepción. En el ranking de este tipo de
sustracciones, se encuentra en tercer lugar, por detrás de Andalucía y Cataluña, las dos regiones más pobladas del país. Estos son los datos del último informe, de 2012, de la correduría de segurosPont Group y la empresa de seguridadDetector;
porque no existe una estadística oficial del robo de motocicletas, al
englobarse dentro de la sustracción de vehículos a motor, junto a los
coches.
Pero lo cierto es que en Madrid se roba el 1,52% de las motos
existentes. No tanto como turismos, explican los expertos, pero sí se
da una casuística importante. Los investigadores policiales tienen claro el perfil de las bandas que se dedican a este tipo de ilícitos penales. Las conforman jóvenes de nacionalidad española y de entre 20 y 27 años. Actúan en grupos que van de las cuatro a las diez personas.
«Lo más habitual es que roben las motocicletas para venderlas a piezas o clonarlas con otras, y luego las venden por internet,
sobre todo», nos explica un mando policial. Efectivamente, los
portales de anuncios online están repletos de estos reclamos: «Hola,
tengo algunas motos para despiece. Si necesitas alguna pieza, pregunta
sin compromiso. Todas las piezas se entregan revisadas y muy bien de
precio. Atiendo e-mail, móvil y WhatsApp».
Oferta y demanda
Es toda una fiebre en la que impera le ley de la moda. Por ejemplo, en
este mercado negro abunda sobre todo en la actualidad la venta de
«scooters» de gran cilindrada, de entre 125 y 500 centímetros cúbicos.
Es la ley de la oferta y la demanda.
El «modus operandi» es siempre el mismo. Primero, ojean y
localizan aquellos lugares de la ciudad con amplia presencia de motos.
Los principales son garajes públicos y privados, sobre todos los
que están en plena calle. Un ejemplo son las zonas de oficinas donde
existen aparcamientos especiales para este tipo de vehículos. Ocurre,
por citar un caso, en el polígono empresarial de Julián Camarillo. Aunque estas bandas abarcan todo Madrid.
Cuando ya tienen localizadas a sus «víctimas», los delincuentes
alquilan una furgoneta y salen de «ruta». En una sola jornada son
capaces de hacerse con cuatro o cinco motos. «No suelen violentar el
candado, las montan a pulso, y hasta se llevan las cadenas pitón en caso de que las tengan puestas entre las ruedas.
Talleres clandestinos
No pueden perder el tiempo. Y una vez han terminado su «jornada
laboral», trasladan la mercancía a talleres clandestinos o naves, donde
las ocultan. «En unas horas, las despiezan. Las venden por partes o
las clonan con otras que han sufrido siniestros, aprovechando los
números de bastidor de éstas. Así es cómo las maquillan», indican a ABC
fuentes policiales. Para ello, utilizan marcas y modelos idénticos a las de las motos robadas.
Ponen el anuncio en internet, tanto en portales generalistas como
especializados. El contacto con sus clientes suele ser siempre vía correo electrónico.
Si el comprador está en otro punto del país, utilizan empresas de
mensajería o paquetería (en el caso de la venta de piezas) o incluso de
transporte de motos, para las unidades completas. En el caso de
ejemplares que están viejos y no encuentran su hueco en el mercado de
segunda mano español, las trasladan a Marruecos, donde los clientes son menos exigentes.
¿Cómo concertar el precio? Depende del grado de conocimiento del
cliente sobre la procedencia ilícita del producto. En caso de que le
engañen haciéndole creer que se trata de una moto legal, el precio
puede oscilar entre un 10% y un 20% por debajo del original. Si el comprador sabe lo que está adquiriendo, el trato le es mucho más favorable: de entre un 50% y un 60% menos de la cantidad que pagaría en cualquier concesionario.
Se roban 120 motos al día
En cuanto a la víctima del robo, pocas esperanzas puede guardar de
recuperar lo que era suyo. Es mucho más complicado que en el caso de
los coches, puesto que las motocicletas cuentan con menos elementos identificativos
y sólo algunos modelos y marcas, sobre todo los más caros, disponen de
sistema de geolocalización. Quien sufre el robo de una moto está
prácticamente condenado a la pérdida.
El mencionado informe de la aseguradora Pont Group habla de que cada día se roban unas 120 motos en nuestro país. Con ese cálculo, 2013 acabará con 45.000 unidades sustraídas, si se suma desde enero de 2010.
Las estación del año más propicia es otoño, con un 34,81% de los casos; le siguen el verano (30,38%); la primavera (20,89%), y el invierno (13,92%).
Si usted es motorista, debe tener en cuenta los siguientes consejos: evite aparcar en recintos públicos no vigilados ni iluminados; procure estacionar cerca de una cámara de videovigilancia,
entre una pared y un coche. Lo mejor es que la moto duerma dentro de
un garaje, aunque no es una garantía pero sí que pone las cosas más
difíciles a estas mafias.
Fuente:http://www.abc.es/madrid/
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