jueves, 31 de diciembre de 2009

Gloria, no muerte

‘Muerte o gloria’ es el recopilatorio que conmemora uno de los mejores CDs del rock.





SóLO Ramones puede discutir a The Clash la corona de mejor grupo punk, a pesar de lo radical de sus diferencias estilísticas e ideológicas. Los de Strummer y Jones fueron la conciencia del género, el grupo que supo evolucionar desde dentro y abrir las mentes y los discos de varias generaciones, que supieron ver más allá de la cresta y el escupitajo y abrazaron el reggae, el r&b, el soul, el hip hop, el jazz... The Clash siguen vivos. Y lo confirma Muerte o gloria (G.B.R.), recopilatorio de sus canciones realizado, casi en su totalidad, por grupos vascos, que coincide con el 30º aniversario de obra cumbre, London calling.

Hubo un tiempo en el que el punk empezaba a mostrarse corporativo, unidireccional, repetitivo y asimilado por el sistema. Pero allí estaban The Clash para editar London calling. Corría el 22 de diciembre de 1979. "Queríamos experimentar con cualquier cosa, abrirnos a nuevas influencias", asegura el cuarteto en un DVD que acompaña una edición especial de este CD, uno de los mejores de la historia del rock. Un álbum, doble pero vendido a precio normal, que ha hecho empuñar guitarras y bajos, y aporrear baterías a millones de músicos en las tres últimas décadas. Un trabajo superlativo, libérrimo y sin ataduras estilísticas, ejemplo de mestizaje bien entendido y que, al contrario que el posterior Sandinista, supo pasar el filtro de calidad del cuarteto.

Muerte o gloria, título basado en la canción Death or glory, es el recopilatorio homenaje puesto en marcha por el sello vizcaino Brixton Records, en su filial Guns of Brixton Records, otro guiño evidente a los de Stummer y Jones, para homenajear a The Clash. Ofrece 17 grupos y canciones, todas ellas inmortales, la mayoría interpretadas por grupos vascos, en inglés, castellano y algo (poco) de euskera. "Es el resultado de la inquietud y la labor de las personas que han querido, humildemente con su esfuerzo, sacar adelante el merecido tributo a una de las bandas más influyentes para el rock and roll vasco", destacan desde el sello.

Hay de todo, sensibilidades diferentes pero puestas al mismo servicio. Y, en edades, también. Fermín Muguruza creo recordar que estuvo la única aparición vasca en directo de The Clash, en Anoeta, pero la mayoría de participantes "eran niños y algunos ni siquera un proyecto de vida" hace 30 años. A pesar de ello, "todos ellos han encontrado en el grupo un punto en común para dar rienda suelta a sus escarceos a manos de una guitarra", apostillan desde el sello.

La heterogeneidad estilística marca Muerte o gloria. Y, también, una cierta pleitesía al grupo, a no subvertir obras maestras, lo que se traduce, en muchos casos, en versiones repletas de fuerza y ganas, pero excesivamente academicistas, como las más orientadas al punk, como la de Mundo Matadero o Mentes enfermas, ambas en inglés. Macarrada lo "petan" con Bilbo llama, la traslación al castellano del clásico, al igual que Habeas Corpus y su enroquecido Tommy Gun o Bugatti, con la historia del leader de Hateful.

El único guiño euskaldun lo aporta Fermín Muguruza, que colabora con Anarko en una brutal versión de Death or glory. Las versiones más iconoclastas y valientes llegan de la mano de Obligaciones, con el latido funk de Rock the Casbah; el blues de Traveling Brothers; el rock sureño que aporta El Jinete Eléctrico; el garaje de Paniks en Know your rights; y el ska reggae de Akatz y su guiño a la Euskadi Tropikal. Tampoco desmerece el punk descontrolado de Josu Distorsión y los del Puente Romano. ¿Muerte o gloria? Gloria, por supuesto.
Via:http://www.deia.com

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