Hace casi 60 años un joven entró a una tienda de motos y dejó una señal de 100$ para hacerse con la nueva Triumph TRW 500. Hasta el día de hoy no ha regresado a aquella tienda de Calgary (Canadá) a recoger esa moto de 1957 que ha permanecido metida en su caja original hasta ahora.
La moto, la misma que solían utilizar los emisarios del ejército canadiense tras la guerra, es una de cientos de unidades que se quedaron pendientes de entrega por todo el mundo y que, en caso de haber sido ensambladas, aún no han sido arrancadas.
Gordon y John Cumming, padre e hijo propietarios de la tienda Crown Surplus, nunca han sacado la moto de su caja y creen que es mejor así. “Está mejor en la caja”, declaraba John a Canada Global News. “Es algo así como las figuritas de Star Wars”.
Fuente :https://www.fortheride.com/es/
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