El propietario de Foundry Motorcycle, Tom Simpson, ha estudiado arte, herrería y diseño industrial. Combinando estos conocimientos en su taller cerca de Chichester, Inglaterra, Tom crea algunas de las motos personalizadas más interesantes del panorama actual.
“Mi familia tiene un historial historial artesanal y de usar sus manos, así es como me gusta hacer las cosas”, explica Tom. Los bocetos en papel y las herramientas de metal hechas a mano son el ideal de Tom. “No tengo nada en contra de aquellos que quieren usar un proceso más automatizado, pero no es nuestro camino”.
Cada vez más preparadores y propietarios se centran en motos que vuelven a lo básico, ajustadas para adaptarse a su estilo. La originalidad es clave en los días que corren y Foundry está ayudando a proporcionar a los moteros esa solución.
“La cultura ha cambiado sin lugar a dudas”, dice Tom. “El mundo de la moto solía ser mucho más inaccesible como comunidad, ya condujeses una moto de serie o una custom pintada con aerógrafo, pero hoy en día es un entorno más abierto y amigable. Personas de todos los ambientes se dedican a las motos”.
Los orígenes
«Crecí enamorado de las motos, pero nunca tuve nada que ver directamente con ellas hasta el comienzo de mi adolescencia, cuando iba por el campo a toda velocidad con una 50cc. Pasé un par de años en la universidad estudiando diseño gráfico y luego fui herrero durante algún tiempo. Mi experiencia de trabajo con motos es totalmente autodidacta y no se produjo hasta un poco después.
«Durante la crisis financiera de 2008, la gente no demandaba el trabajo decorativo en metal que yo solía hacer, pero unos amigos míos me pidieron motos personalizadas. Un par de años después surgió Foundry Motorcycle».
A Tom le gusta mancharse las manos empleando sus conocimientos de herrería. «No tenemos una acería ni ningún equipo de CNC aquí», explica. «Por el momento tenemos un torno victoriano, y soldadores TIG, MIG y de gas. La mayoría de nuestras motos no están construidas de una sola vez. Nos gusta que nuestras motos tengan un flujo orgánico.
Las motos
«Nuestra última creación de una Triumph T100 fue realizada para un cliente que llevaba un año viniendo a Foundry para tomar café. Me enseñó una foto de una moto de SoCal llamada la ‘Miler’ y mantuvimos muchas conversaciones sobre el aspecto que podría tener su moto personalizada».
Aunque muchos talleres de personalización utilizan CAD ahora, a Tom le gusta hacerlo de modo tradicional: «Yo dibujo todos mis bocetos. ¡Probablemente sea mi lado ilustrador! Luego hacemos un molde para el trabajo extra de carrocería, para convertirla en una verdadera moto de flat-track».
Vía: for the ride by Triumph Motorcycles