Vuelve la clásica Harley- Davidson Softail Deluxe

Durante las ultimas semanas he tenido la suerte de probar algunos modelos de la gama Harley-Davidson,desde la Sportster hasta la Electra pasando por alguna Dyna,Softail o la Road King.
De sobra es conocido mi debilidad por un modelo softail,concretamente la Deluxe,modelo que fue retirada de los catálogos de LA MOCO hace un par de años y que afortunadamente ha regresado y mejorada dentro del catalogo 2011.
Para desgracia mía no he tenido la oportunidad de probarla,pero no quería dejaros con las ganas de que tuvierais una impresión de como es este modelo en configuracion 2011,así que os dejo con este reportaje de MOTOCICLISMO con Textos:
Juan M. Muñoz | Fotos: Joan Carles Orengo


Algo que sólo puede ocurrir en el universo Harley-Davidson es que una de las principales novedades 2011 sea toda una clásica. La vuelta de la Softail Deluxe nos devuelve todo un mito.

De todas las novedades Harley para 2011 la que más ganas tenía de probar era la Softail Deluxe. Se trata de una clásica dentro de la línea más clásica de la marca norteamericana, que antes también era conocida por el apelativo de Nostalgia.

Si todavía no estás demasiado familiarizado con las familias de Harley, tienes que saber que las Softail son las que ocultan sus amortiguadores traseros debajo del motor, para dar la sensación de no tener suspensión trasera, tal y como eran las Harley de los años 50. Las primeras Softail con dos amortiguadores traseros son de 1984 y a su vez se dividen en las FX (con rueda delantera estrecha) y las FL con rueda de 16 pulgadas. Nuestra Deluxe, es pues una FL de «rueda gorda» delante, la misma que las Fat Boy o las Softail Classic. No me resisto a contarlo, hasta hubo una Softail FL 95 Aniversario con horquilla Springer; el colmo del clasicismo.

Durante la presentación de la Gama Harley Davidson tuve la ocasión de hacer un buen número de kilómetros sobre la Deluxe. Los principales cambios de este año radican en el cuadro de instrumentos que integra un cuentarrevoluciones (en el pequeño display digital nos dice a cuantas vueltas está girando nuestro bicilíndrico) e indicador de marcha engradada. Antes sólo nos decía cuando ya rodábamos en sexta. Además las ruedas con banda blanca dan un toque más «cincuentero» a la Deluxe.

Con una postura de conducción realmente cómoda y una escasísima distancia del asiento al suelo (623 mm.) la Softail se lleva con mucha facilidad a pesar de su envergadura y peso (330 kilos). Al cabo de los kilómetros notarás que la suspensión trasera es algo más seca (tiene menos recorrido) que el confortable juego de amortiguadores en posición tradicional de las Touring (Road King, Road Glide o Electra Glide). El manillar, ancho y con las puntas ligeramente cerradas, nos da una sensación de poderío con una vista del tren delantero limpia de indicadores (éstos se encuentran sobre el depósito) y con nuestro punto de vista sobre el cromado del conjunto de faros delanteros, donde veremos reflejada nuestra cara de satisfacción. Las plataformas nos exigen llevar los pies adelantados con la puntera del derecho tocando el enorme pedal del freno trasero, con el que nos podemos ayudar en los movimientos lentos sobre la moto, algo imprescindible si lucimos nuestra Softail en alguno de los desfiles de las concentraciones HD. Los frenos integran sistema ABS con una centralita ubicada, de una forma ultradiscreta, en la parte delantera del motor.

El piloto trasero Tombstone (literalmente sepulcro), una elegantísima parrilla portabultos trasera, las aletas delantera y trasera masivas, los dos escapes saliendo por el lado izquierdo y las llantas de radios hacen que disfrutemos tanto de la Softail Deluxe en marcha y en parado.

El motor de 1.584 cc. es todo un paradigma de par y de elasticidad, lo pudimos comprobar en el revirado trazado de pruebas que pusieron a nuestra disposición los chicos de Harley en Europa durante la presentación en Austria.

Esta preciosidad la tienes en varias terminaciones, negra o azul (los colores básicos, más baratos), y en bicolor con tonos marrones, negros y rojizos, o bien en las combinaciones de colores ácidos (serie limitada), todo un canto a la nostalgia y el recuerdo de uno de los momentos más elegantes de la historia de la automoción, los años 50.