Chaqueta de la libertad.

A lo largo de un viaje que durará todo un año, la chaqueta de la Libertad irá narrando las historias de la gran fraternidad de pilotos Harley-Davidson, que la habrán usado en eventos y viajes por todo el mundo... Pilotos unidos por la sencilla idea de una chaqueta de cuero que da la vuelta al mundo.
Cuando inició su viaje, la chaqueta no tenía nombre ni estaba previsto que recorriera el planeta entero. Era una chaqueta de cuero normal, la chaqueta de un motorista que salía de viaje. Sin duda, el viaje era atractivo y el destino épico, pero al fin y al cabo... una chaqueta no deja de ser una chaqueta, ¿o no? Bueno, por lo menos hasta que un encuentro casual en el arcén de una carretera en China acabó convirtiéndola en una idea grande, una idea que podía llegar a unir a motoristas de todo el mundo en la celebración del 110 aniversario de Harley-Davidson.
El piloto que la llevaba era Mark-Hans Richer, director General de Marketing de Harley-Davidson, que iba a recorrer más de 3000 km por la meseta tibetana de China, desde Xining, una ciudad dormitorio prácticamente desconocida de 3 millones de habitantes, hasta Lhasa, en el Tíbet. Los más de tres mil kilómetros discurren por una única carretera hasta el mismo Tíbet, la Carretera 109. Muy al estilo tradicional chino, a lo largo de la carretera hay cientos de hitos de piedra, blancos, y en cada uno de ellos hay unos caracteres grabados con pintura roja que significan «Tíbet» y el número de kilómetros recorrido.
Durante este recorrido de cinco días, Richer y sus compañeros de viaje tuvieron ocasión de experimentar de primera mano ese magnetismo que desprenden las Harley-Davidson. Los habitantes locales se bajaban de coches y carros, con sus cámaras preparadas, o los seguían a pie a las salidas de las ciudades o por las plazas para arremolinarse allá donde se paraban las Harley. Los soldados sacaban medio cuerpo de las ventanas del convoy para tomar fotos y hasta los policías locales querían sentarse en una. En todas partes los recibieron con calidez, curiosidad y alegría por estar cerca de las Harleys.
Durante el viaje, Richer llevaba una chaqueta de cuero negro, típica de un piloto de Harley; la que se ha usado durante décadas. En una cumbre situada a 500 metros sobre el nivel del mar, el grupo hizo una parada para disfrutar de las espectaculares vistas panorámicas de los lagos producto de la fusión de los glaciares, que reflejaban el intenso sol de esas alturas. Allí descubrieron que una de las tradiciones locales era volver a pintar con pintura roja los caracteres chinos que hay junto al hito que señala el punto más alto de la carretera 109. De pronto, a Richer se le ocurrió pedirle a un habitante del lugar que usara la pintura roja para escribir algo en la chaqueta. Algo que expresara lo que pensaba de Harley-Davidson. Richer señaló a la moto para asegurarse de que el hombre comprendía lo que le estaba pidiendo y extendió la manga de la chaqueta para que pudiera plasmar la palabra «libertad» en chino, con gruesos trazos rojos.
Un par de días más tarde, Richer estaba de pie frente al templo mítico de Lhasa, o Potala, con su chaqueta. Reflexionaba sobre la idea de cómo Harley-Davidson puede reunir culturas y personas, cómo permite que pilotos de distintas culturas y religiones dejen a un lado sus diferencias y disfruten de un estilo de vida que celebra la idea de la libertad personal. Las Harley pueden lograr esto en cualquier lugar del mundo. Y así nació la chaqueta de la Libertad.

Puedes seguir la ruta de la chaqueta de la libertad desde la web de Harley-Davidson: http://110.harley-davidson.com/es_ES/jacket